Detienen a dos roba carros tras persecución en los Reyes La Paz

En un operativo relámpago en el municipio de La Paz, Estado de México, la Secretaría de Seguridad local logró detener a dos individuos vinculados con el encubrimiento por receptación en el robo de autos. Este hecho refuerza acciones estratégicas para combatir el hurto vehicular que asola diferentes regiones del país, especialmente en la zona oriente de la entidad y la capital.

Persecución y captura en La Paz

El incidente se produjo en el marco del Operativo Argos, una iniciativa diseñada para la Construcción de la Paz, cuando la Policía Estatal recibió una alerta del C5. Se trataba de la localización de un Toyota Highlander, color plata, reportado como robado el 25 de febrero. La víctima, quien fue interceptada violentamente en una vulcanizadora, identificó a los perpetradores que, tras amagarse con un arma de fuego, huyeron con el vehículo.

El sistema de videovigilancia permitió seguir el rastro del coche robado, localizándolo sobre la carretera federal México-Puebla. Tras una breve pero intensa persecución, los efectivos lograron detener a Edmundo “N” y Juan “N” de 47 y 19 años, quienes no pudieron justificar la posesión legal del automóvil. Ambos fueron llevados ante el Ministerio Público junto con el vehículo recuperado para definir su situación legal.

Flujo de operaciones delictivas en la región

Este caso pone en evidencia un patrón recurrente de robo de vehículos en el país. No es un evento aislado; el reciente arresto resuena con incidentes similares en Bolivia y países vecinos, donde redes delictivas complejas operan bajo métodos similares. En Bolivia, por ejemplo, el ex capitán policial Jaime Fernández Condarco fue desafectado por liderar una organización que incluía robo de vehículos y secuestros extorsivos.

Patrones comunes en el robo de vehículos

Los delincuentes suelen esconder los vehículos en propiedades rurales, utilizan documentación falsa o disfrutan de la complicidad institucional para operar con impunidad. Algunos casos llegan a ser extremos, con uso de armamento pesado e involucramiento de fuerzas del orden en el crimen organizado vehicular.

Estos hechos subrayan la necesidad de colaboración interinstitucional e internacional para detener una ola de crímenes que no reconoce fronteras. Las autoridades continúan alertas y en constante coordinación para prevenir y erradicar este tipo de delitos.

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