Fallece José ‘Pepe’ Mujica expresidente de Uruguay a lo 89 años

José “Pepe” Mujica Cordano, el ex presidente uruguayo que inspiró a generaciones por su sencillez de vida, honestidad y legado transformador, falleció este martes 13 de mayo de 2025 a los 89 años. La noticia fue anunciada públicamente por el presidente actual, Yamandú Orsi, quien resumió el sentir de una nación: “Te vamos a extrañar mucho, Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”.

Sus raíces humildes y el paso a la política

Hijo de una familia trabajadora de Montevideo y desde pequeño vinculado a las labores rurales, Mujica participó en la guerrilla tupamara durante la década de 1970, enfrentó catorce años de prisión bajo la dictadura militar —incluyendo largos periodos de aislamiento y tortura—, y fue liberado solo con la restauración democrática en 1985. Convertido en emblema progresista, cofundó el Movimiento de Participación Popular dentro del Frente Amplio y se casó con Lucía Topolansky, compañera de militancia y expareja vicepresidencial.

De la cárcel a la Presidencia y a la historia

La carrera política de Mujica es el retrato de una vida marcada por las convicciones. Fue senador, ministro de Ganadería y, finalmente, presidente entre 2010 y 2015. En su gestión promovió reformas revolucionarias: legalización del aborto, matrimonio igualitario, y Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en regular la marihuana. También emprendió políticas sociales inéditas; el Estado pidió disculpas oficiales por crímenes en dictadura, y su liderazgo sencillo se volvió ejemplo global.

Conocido como “el presidente más pobre del mundo”, donó el 90% de su sueldo y vivió en su pequeña chacra del Rincón del Cerro, donde recibía a líderes mundiales, artistas y activistas. Su actitud desafiante hacia el consumo y el materialismo lo hizo referente internacional. Discursos suyos en la ONU y cumbres Iberoamericanas aún se citan como ejemplos del pensamiento anticonsumista y la ética ciudadana.

Una despedida anunciada

En abril de 2024, Mujica comunicó que padecía cáncer de esófago. Tras varias sesiones de radioterapia y aparentes mejoras pasajeras, en enero de 2025 él mismo anunció que la enfermedad había avanzado: “Hasta acá llegué”, expresó sin dramatismo, pidiendo que respetaran sus últimos días en tranquilidad, rodeado de su esposa, sus libros y sus plantas. Lucía Topolansky narró en radio que cumpliría la promesa de acompañarlo “hasta el final”.

Mujica falleció en su chacra, sin lujos, como vivió siempre. Su último deseo fue ser enterrado allí, junto a su perra Manuela, otra figura icónica de su vida pública y privada.

Legado y reacciones

El impacto de su muerte trasciende fronteras. Desde Argentina y Brasil hasta España y México, mandatarios, políticos, artistas y ciudadanos anónimos lo han recordado como símbolo de coherencia, humildad y lucha por la justicia social. Premiado internacionalmente, propuesto al Nobel de la Paz, Mujica inspiró por su ejemplo cotidiano y su resistencia serena incluso ante el dolor.

Su legado queda grabado: la política puede ser una herramienta para el bien común y la dignidad humana, aún en tiempos adversos. Mujica demostró que la esencia del liderazgo reside en la honestidad y la empatía. Uruguay y el mundo despiden a uno de los grandes humanistas del siglo XXI.

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