Indignación: BBVA obliga a mujer de 96 años a ir en camilla para cobrar su pensión

La imagen de una mujer de 96 años entrando en camilla a una sucursal bancaria en Oaxaca ha desatado indignación nacional y puso en el centro de la discusión el trato que reciben los adultos mayores en el sistema financiero. El motivo: la exigencia de BBVA para que Fidelia Vásquez Nuño se presentara físicamente a fin de validar su identidad y poder cobrar su pensión, suspendida desde hace medio año.

El origen del problema: una falla biométrica

Fidelia Vásquez, beneficiaria del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), no pudo cobrar su pensión durante seis meses debido a un error detectado en el registro biométrico del banco. A pesar de que su hijo y apoderado legal, Gilberto Ayala, entregó diversos documentos oficiales para acreditar la identidad y representación legal de su madre, la entidad bancaria insistió en requerir su presencia física para completar el trámite de verificación.

Un traslado que evidencia la falta de protocolos incluyentes

Debido a la avanzada edad y movilidad reducida de la señora, su familia se vio obligada a trasladarla en camilla y ambulancia desde su hogar hasta la sucursal de BBVA en la colonia Reforma, Oaxaca. El dramático momento fue grabado por sus hijos y difundido en redes sociales, generando una ola de críticas a la rigidez de las políticas bancarias ante circunstancias de vulnerabilidad.

Respuestas institucionales y denuncias

El gerente de la sucursal argumentó que, por motivos de seguridad y ante las inconsistencias biométricas, solo con la presencia física de doña Fidelia sería posible restablecer el acceso a su pensión. Insatisfecha con la respuesta y el trato recibido, la familia realizó denuncias formales ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), exigiendo protocolos más humanos y accesibles para personas en condición de discapacidad o adultos mayores.

Un problema recurrente en el sistema bancario mexicano

El caso de Fidelia no es único; en 2022, una mujer de 92 años fue trasladada en ambulancia a una sucursal de HSBC en San Luis Potosí por exigencias similares. Situaciones como estas han sido reiteradamente señaladas por defensores de derechos humanos y asociaciones civiles, quienes advierten sobre la falta de sensibilidad y flexibilidad de los bancos ante los retos extraordinarios que enfrentan las personas de la tercera edad.

El debate sobre la dignidad y la inclusión financiera

Especialistas y organizaciones han subrayado que los bancos deben adaptar sus procesos a las realidades de una población que envejece rápidamente, garantizando el derecho a la identidad y acceso a servicios sin exponer innecesariamente a los usuarios vulnerables. Hasta el momento, BBVA no ha emitido un comunicado público explicando si modificará sus protocolos para evitar nuevos casos similares.

El caso de Fidelia Vásquez se ha convertido en un llamado a la reflexión sobre la dignidad, el respeto y la atención a los adultos mayores en México, especialmente cuando de su sustento y bienestar se trata.

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